sábado, 16 de noviembre de 2013

TALES DE MILETO



1.-  TALES DE MILETO (FILOSOFO MATEMÁTICO) Filosofía Naturalista. (Buscaba Respuestas a las Búsqueda de la Verdad sin Apartarse de lo religioso.

     Hace más de 25  siglos, Thales de Mileto afirmaba que la cosa más difícil del mundo es conocerse a sí mismo, y en el Templo de Delfos podía leerse aquella famosa inscripción socrática “Conócete a ti mismo”. Conocerse bien a uno mismo representa un primer e importante paso para lograr ser artífice de la propia vida y quizá por eso, se ha planteado como un gran reto para el hombre a lo largo de los siglos. La observación de uno mismo, permite separarse un poco de nuestra subjetividad, de todo esto que yo creo, para así darnos con un poco de distancia, como hace el pintor una vez que terminó su obra, alejarse y mirarla. Primera clave para que hoy podamos transitar en este camino a encontrarnos con nosotros mismos e iniciar desde este tema un camino hacia nosotros mismos. La vocación es el encuentro con la verdad sobre uno mismo, un encuentro que proporciona una inspiración básica en la vida de la que va a nacer el compromiso, el cometido principal que cada persona tiene y en quien es y en quien cree. Tales de Mileto: Probablemente, fue el iniciador de la investigación acerca de la naturaleza. Tales basaba su filosofía en dos ideas principales: el arché (principio) de todas las cosas estaba en el agua y que todas las cosas estaban llenas de Dioses. Tales probablemente tomó esas ideas de las religiones babilónica y egipcia y de la cercanía de Mileto al mar. Tales De Mileto, fue un matemático y astrónomo. Que quería aplicar modelos matemáticos a la naturaleza para controlarla. Tales, quería hacer un sistema sobre la naturaleza y pro eso busco un punto común a ella y propuso el agua. El pensamiento ha puesto distancia entre el hombre y su medio, posicionando al mismo como un sistema legal independiente de las leyes de la naturaleza, y por este absurdo se buscaba un sistema formal que mantuviera relacionadas las variables a través de constantes, convirtiéndose en el objetivo principal de los presocráticos. Mediante esto se considera a Tales como creador de cultura, por su rechazo al sentido común y porque llego a conclusiones por el método de simplicidad y la elegancia, método que se va a quedar para siempre en las matemáticas. Tales, formulo el principio de regresión contradiciendo el sentido común, en los momentos el los que se discutía acerca de los sostenedores sólidos de la tierra, este es el principio filosófico según el cual ningún fundamento es ultimo ya que para cada fundamento se buscaría una justificación anterior y así buscando justificaciones llegaríamos al infinito. El sentido común es la base necesaria para la supervivencia del hombre, se basa en la novedad provocando que la supervivencia en base a la cual es necesario k todo siga siendo como siempre ha sido, en tal sentido la filosofía se enfrenta al sentido común que marea a la especie desde una estática continuista.
     2.- ANAXAGORAS: Todo lo referente  y el Punto de Vista de lo que uno Piensa. .  Nos dice Anaxágoras, todo está mezclado, excepto la inteligencia; la inteligencia sólo existe pura y sin mezcla. Resulta de aquí, que Anaxágoras admite como principios: primero, la unidad, porque es lo que aparece puro y sin mezcla; y después otro elemento, lo indeterminado antes de toda determinación, antes que haya recibido forma alguna. Al igual que Empédocles, Anaxágoras se enfrentará al problema de explicar el cambio admitiendo la permanencia del ser, tal como se desprende de los postulados parmenídeos. El ser no puede generarse ni corromperse; no puede haber propiamente hablando nacimiento ni destrucción, sino simplemente mezcla o separación de las cosas que existen. La solución de Anaxágoras será también una solución pluralista, al estilo de la de Empédocles. Pero, a diferencia de éste, en lugar de cuatro elementos afirmará la existencia de un número infinito de ellos, cada uno poseyendo las características del ser parmenídeo es decir, la eternidad, la inmutabilidad.  Estos elementos originarios o "semillas" como le llama Anaxágoras se distinguen unas de otras cualitativamente. La mezcla de estas semillas es lo que constituye los objetos de la experiencia; cuando en un objeto predomina un tipo determinado de semillas le atribuimos al objeto la propiedad de las partículas predominantes, ya que, en los objetos de la experiencia, "hay partículas de todas las cosas". Eso explicaría la transformación de unas cosas en otras: si los vegetales que nosotros ingerimos se convierten en carne es preciso que haya carne (partículas o semillas de carne) en dichos vegetales. En ese sentido debería entenderse la afirmación de que hay porciones de todo en todas las cosas. Así, en un trozo de oro hay partículas de todas las demás cosas, pero predominan las partículas de oro, por lo que le llamamos simplemente oro. ¿Cómo se produce esa agregación y esa separación de las semillas? Aquí hace intervenir Anaxágoras un elemento novedoso en la especulación filosófica: el Nous o inteligencia. El movimiento de las partículas o semillas estaría sometido a la inteligencia; sin embargo, el papel de la inteligencia queda reducido al de causa inicial del movimiento que, una vez producido, sigue actuando por sí mismo sometido a causas exclusivamente mecánicas. Las partículas son sometidas por el Nous a un movimiento de torbellino que será la causa de la constitución de todas las cosas tal como nosotros los conocemos.  Este Nous, Mente o inteligencia, es concebido por Anaxágoras como algo infinito y autónomo, y separado de la semillas y de todas las demás cosas que existen, llamándole "la más fina y pura de todas las cosas, poseedor de todo el saber sobre cualquier asunto y del mayor poder". También le concibe como ocupando un espacio, por lo que parece que Anaxágoras mantiene una concepción material del Nous o Mente, formado de la materia más pura y más sutil, pero lejos todavía de una concepción inmaterial o incorpórea del ser. No obstante se le considera como el primero que introduce el recurso a un principio espiritual o intelectual, aunque, según las quejas expresadas por Aristóteles en la "Metafísica", haya recurrido a él sólo cuando la explicación por causas materiales le resultaba imposible.  Anáxagoras situó el principio de todas las cosas (arché) en el nous (entendimiento), encargado de imprimir orden al caos original, y en su tratado Sobre la naturaleza, del que apenas nos han llegado algunos fragmentos, afirmó la divisibilidad indefinida del espacio y del tiempo.


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