1.-
TALES DE MILETO (FILOSOFO MATEMÁTICO) Filosofía Naturalista. (Buscaba
Respuestas a las Búsqueda de la
Verdad sin Apartarse de lo religioso.
Hace más de 25 siglos, Thales de
Mileto afirmaba que la cosa más difícil del mundo es conocerse a sí mismo, y en
el Templo de Delfos podía leerse aquella famosa inscripción socrática “Conócete
a ti mismo”. Conocerse bien a uno mismo representa un primer e importante paso
para lograr ser artífice de la propia vida y quizá por eso, se ha planteado
como un gran reto para el hombre a lo largo de los siglos. La observación de
uno mismo, permite separarse un poco de nuestra subjetividad, de todo esto que
yo creo, para así darnos con un poco de distancia, como hace el pintor una vez
que terminó su obra, alejarse y mirarla. Primera clave para que hoy podamos
transitar en este camino a encontrarnos con nosotros mismos e iniciar desde
este tema un camino hacia nosotros mismos. La vocación
es el encuentro con la verdad sobre uno mismo, un encuentro que proporciona una
inspiración básica en la vida de la que va a nacer el compromiso, el cometido
principal que cada persona tiene y en quien es y en quien cree. Tales de
Mileto: Probablemente, fue el iniciador de la investigación acerca de la
naturaleza. Tales basaba su filosofía en dos ideas principales: el arché
(principio) de todas las cosas estaba en el agua y que todas las cosas estaban
llenas de Dioses. Tales probablemente tomó esas ideas de las religiones
babilónica y egipcia y de la cercanía de Mileto al mar. Tales De Mileto, fue un
matemático y astrónomo. Que quería aplicar modelos matemáticos a la naturaleza
para controlarla. Tales, quería hacer un sistema sobre la naturaleza y pro eso
busco un punto común a ella y propuso el agua. El pensamiento ha puesto
distancia entre el hombre y su medio, posicionando al mismo como un sistema
legal independiente de las leyes de la naturaleza, y por este absurdo se
buscaba un sistema formal que mantuviera relacionadas las variables a través de
constantes, convirtiéndose en el objetivo principal de los presocráticos.
Mediante esto se considera a Tales como creador de cultura, por su rechazo al
sentido común y porque llego a conclusiones por el método de simplicidad y la
elegancia, método que se va a quedar para siempre en las matemáticas. Tales,
formulo el principio de regresión contradiciendo el sentido común, en los
momentos el los que se discutía acerca de los sostenedores sólidos de la
tierra, este es el principio filosófico según el cual ningún fundamento es
ultimo ya que para cada fundamento se buscaría una justificación anterior y así
buscando justificaciones llegaríamos al infinito. El sentido común es la base
necesaria para la supervivencia del hombre, se basa en la novedad provocando
que la supervivencia en base a la cual es necesario k todo siga siendo como
siempre ha sido, en tal sentido la filosofía
se enfrenta al sentido común que marea a la especie desde una estática
continuista.
2.- ANAXAGORAS: Todo lo referente y el Punto de Vista de lo que uno Piensa. . Nos dice Anaxágoras, todo está mezclado,
excepto la inteligencia; la inteligencia sólo existe pura y sin mezcla. Resulta
de aquí, que Anaxágoras admite como principios: primero, la unidad, porque es
lo que aparece puro y sin mezcla; y después otro elemento, lo indeterminado
antes de toda determinación, antes que haya recibido forma alguna. Al igual que
Empédocles, Anaxágoras se enfrentará al problema de explicar el cambio
admitiendo la permanencia del ser, tal como se desprende de los postulados
parmenídeos. El ser no puede generarse ni corromperse; no puede haber
propiamente hablando nacimiento ni destrucción, sino simplemente mezcla o
separación de las cosas que existen. La solución de Anaxágoras será también una
solución pluralista, al estilo de la de Empédocles. Pero, a diferencia de éste,
en lugar de cuatro elementos afirmará la existencia de un número infinito de
ellos, cada uno poseyendo las características del ser parmenídeo es decir, la
eternidad, la inmutabilidad. Estos
elementos originarios o "semillas" como le llama Anaxágoras se
distinguen unas de otras cualitativamente. La mezcla de estas semillas es lo
que constituye los objetos de la experiencia; cuando en un objeto predomina un
tipo determinado de semillas le atribuimos al objeto la propiedad de las
partículas predominantes, ya que, en los objetos de la experiencia, "hay
partículas de todas las cosas". Eso explicaría la transformación de unas
cosas en otras: si los vegetales que nosotros ingerimos se convierten en carne
es preciso que haya carne (partículas o semillas de carne) en dichos vegetales.
En ese sentido debería entenderse la afirmación de que hay porciones de todo en
todas las cosas. Así, en un trozo de oro hay partículas de todas las demás
cosas, pero predominan las partículas de oro, por lo que le llamamos
simplemente oro. ¿Cómo se produce esa agregación y esa separación de las
semillas? Aquí hace intervenir Anaxágoras un elemento novedoso en la
especulación filosófica: el Nous o inteligencia. El movimiento de las
partículas o semillas estaría sometido a la inteligencia; sin embargo, el papel
de la inteligencia queda reducido al de causa inicial del movimiento que, una
vez producido, sigue actuando por sí mismo sometido a causas exclusivamente
mecánicas. Las partículas son sometidas por el Nous a un movimiento de
torbellino que será la causa de la constitución de todas las cosas tal como
nosotros los conocemos. Este Nous, Mente
o inteligencia, es concebido por Anaxágoras como algo infinito y autónomo, y
separado de la semillas y de todas las demás cosas que existen, llamándole
"la más fina y pura de todas las cosas, poseedor de todo el saber sobre
cualquier asunto y del mayor poder". También le concibe como ocupando un
espacio, por lo que parece que Anaxágoras mantiene una concepción material del
Nous o Mente, formado de la materia más pura y más sutil, pero lejos todavía de
una concepción inmaterial o incorpórea del ser. No obstante se le considera
como el primero que introduce el recurso a un principio espiritual o
intelectual, aunque, según las quejas expresadas por Aristóteles en la
"Metafísica", haya recurrido a él sólo cuando la explicación por
causas materiales le resultaba imposible. Anáxagoras situó el principio de todas las
cosas (arché) en el nous (entendimiento), encargado de imprimir
orden al caos original, y en su tratado Sobre la naturaleza, del que
apenas nos han llegado algunos fragmentos, afirmó la divisibilidad indefinida
del espacio y del tiempo.